El 28 y 29 de Diciembre pasados se celebró CAMPO Artfest 2019, un festival de arte en Pueblo Garzón, Uruguay, que reunió a más de 40 artistas de distintas partes del mundo. El encuentro, que celebró su tercera edición, es parte de una propuesta más amplia, en donde el intercambio cultural y el compromiso con la comunidad son uno de los propósitos fundamentales. A través de instalaciones específicas, experiencias sensoriales, actuaciones musicales y teatrales, cenas en un rancho, talleres, charlas de artistas y mucho más, CAMPO se propone reimaginar y transformar el pequeño pueblo uruguayo.
Fundado por la fotógrafa estadounidense Heidi Lender, esta edición contó con la curaduría de Roxana Fabius Rozenbaum, curadora e historiadora del arte uruguaya que actualmente vive y trabaja en la ciudad de Nueva York.
La combinación del espacio al aire libre, junto a la arquitectura, en muchos casos en ruinas, y las diferentes propuestas artísticas generan una estética muy particular. A través de un mapa el visitante es invitado a conocer o reconocer el pueblo a través de las diferentes propuestas artísticas.
Una de las obras que más impacto tuvo en esta edición fue la del artista brasileño Alessandro Celante quien colgó sus Máscaras Impermanentes. Al aire libre, movidas por el viento, generan distintas percepciones en el espectador.
Dibujos de Cohen & Mazzucchelli (AR | ES) inspirados en escritos de Marosa di Giorgio, obras interactivas como la del colectivo uruguayo Head Brothers, esculturas al aire libre y performances, formaron parte de la agenda del festival.
Thiago Honório (BR) quien fue un residente de CAMPO AIR en octubre de 2019 instaló Luzia, una escultura geométrica construida junto al pedrero de pueblo Garzón utilizando las tradiciones locales. Compuesta por piedras de granito recogidas en canteras cercanas a Pueblo Garzón, la escultura evoca una especie de cuerpo- refugio que alberga ojos de resina, que han sido producidos por un escultor de imágenes religiosas. Los ojos sugieren la presencia de un cuerpo resistente cubierto de piedras, un faro en el campo abierto.
Un mural participativo de la artista Flavia Erenberg (UR) y la producción de retratos en Cianotipia con niños y niñas de Pueblo Garzón fueron algunas de las propuesta que incluyeron a los más pequeños dentro del festival.
El intercambio entre artistas de distintas partes del mundo y la gastronomía como parte integral de la creatividad son algunas de las cuestiones que CAMPO ofrece, no sólo a través de este festival, sino de residencias que se realizan durante el año: un grupo de artistas seleccionados comparten el espacio junto a un chef elegido.
Sus encuentros y la posibilidad de utilizar el tiempo de manera exclusiva para la creación, generan resultados especiales y únicos.