Sustentabilidad
Entrevista a Ivana Adaime Makac
Pía Dalesson
Lic. en Artes/ Gestora cultural
comunidadpanarte@gmail.com

Dentro del ciclo “ARTE Y SUSTENTABILIDAD, Interconexiones contemporáneas”,  realizado por PANel Centro Cultural Universitario Paco UrondoCentro Universitario Tilcara, Jujuy, ambos pertenecientes a la Facultad de Filosofía y Letras (UBA),  dialogamos con la artista visual argentina Ivana Adaime Makac, quien vive en París desde 2008.

Ivana trabaja con una multiplicidad de medios como instalaciones, videos y esculturas en donde los protagonistas son seres vivos: insectos, plantas y vegetales. La artista arma nuevos ecosistemas en donde lo natural y artificial se desdibujan. La temporalidad y los ciclos naturales son ejes de su trabajo y es a partir de estas nociones que nos proponemos abordar el término “sustentabilidad” en relación a su obra y al arte contemporáneo.

© Cortesía de la artista.

Pía Dalesson: Cuando comenzamos a producir esta nota, me comentaste que no te sentías cómoda con la palabra Sustentabilidad para hablar de tu obra. Sin embargo, por ejemplo en la muestra reciente colectiva “It ‘s Hot Outside” (Hace calor afuera) de la Galería Ipercubo en la cual formaste parte, el foco está puesto en la situación global ambiental, económica y política.

Ivana Adaime Makac: Sí, digamos que no defino ni presento mi trabajo nunca en esos términos. “Sustentable” es un concepto que viene de los ’80, de un contexto político específico, que poco a poco se fue banalizando y se volvió casi una etiqueta. Sin embargo, conlleva problemáticas cruciales que me interesan y que de algún modo están presentes en mi trabajo. 

En mi práctica estoy todo el tiempo reutilizando y resignificando desechos orgánicos y también inorgánicos. Cuando hago un proyecto efímero y evolutivo en una muestra, y ésta se termina, conservo esos restos para luego construir algo nuevo a partir de ellos.  Por ejemplo, mi obra “Jardin des revenants”, en curso desde 2017, es una serie de esculturas que construyo con restos de obras anteriores. 

En mi trabajo existe una cierta Lógica del compost. Hasta los pedestales los vuelvo a reutilizar, transformar. No me gusta tirar nada. Me parece un desafío tomar algo que en un momento es una obra y que luego es desecho.

© “Jardin des revenants”, assemblage-instalación, desde 2017/ Cortesía de la artista.
© “Formes Noires”. Composiciones escultóricas de formas geométricas muy puras que surgen de los restos de la cría de gusanos de seda del proyecto en curso “Reeducación”/ Cortesía de la artista.

También trabajo con una Lógica de estación. Si hago un proyecto en invierno no voy a utilizar frutillas por ejemplo. El tema de los ciclos y las temporalidades son ejes de mi práctica, qué temporalidades puede desplegar una obra es algo que me interesa particularmente. 

No es lo mismo producir una obra en primavera que en otoño o que en invierno. En primavera, voy a trabajar en torno a los gusanos de seda, en otoño con repollos y/o calabazas. En invierno voy a clasificar los desechos que dejaron mis gusanos de seda y hacer esculturas con sus excrementos.   Para mi esto es algo importante, estar atenta a las estaciones y a los ciclos de lo viviente que nos rodea. Siempre en mi trabajo hubo una crítica al antropocentrismo. Creo que es fundamental tener en consideración el punto de vista de otros seres vivos, de la naturaleza de la cual, como humanos, formamos parte. Y esto tiene que ver con lo sostenible. 

© Le banquet, instalación evolutiva con mantenimeinto (version 2017, proyecto desde 2008) Centre d’art Le bel ordinaire,Billière, Francia. Cortesía de la artista y la Galería IPECUBO

PD: Contanos un poco más acerca de tu trabajo con los gusanos de seda. ¿Cómo comenzó?

IAM: Es un proyecto que  se llama Rééducation que empecé en el 2009. Los gusanos de seda (bombyx mori) son insectos que se domestican desde hace más o menos 5000 años. A través de ese proceso de domesticación fueron perdiendo capacidades motrices, se fueron  alejando de su ámbito natural originario. En vez de comer directamente sobre el árbol se acostumbraron a ser alimentados por los  humanos. Dejaron de tener esa iniciativa propia, no pueden sobrevivir sin la intervención del ser humano, son incapaces. Dentro de las experiencias que hago, una es llevarlos a hacer un picnic a los árboles de morera que es su único alimento. Los pongo en una rama… y se caen! son incapaces de volver a subir al árbol. A su vez la mariposa no puede volar más, perdió esa capacidad. Quizás esto sucedió porque los sericicultores buscaban que la hembra ponga muchos huevos, entonces el abdomen se hizo más pesado y grande. Y al mismo tiempo las alas se fueron atrofiando.

© Rééducation 2020 / Tentativas de despegue. Cortesía de la artista

Mi proyecto es utópico y paradójico por varias cuestiones,  intento “desdomesticarlos”, pero al mismo tiempo es un proceso asistido. Para mi es importante proponerles otros modos de vida,  diferentes al de un criadero industrial donde se espera de ellos que produzcan seda. Yo no les pido que hagan seda. Simplemente busco generar experiencias que puedan despertar su autonomía.

PD: Por eso hablás de Re- educación…

IAM: Exacto. En francés se dice “éducation des vers à soie” para referirse a la cría de gusanos de seda, entonces juego con esa expresión. Ya sea en un contexto de exposición o en mi taller hago esculturas o invento experiencias que los estimulen de manera general.  Por ejemplo durante la fase de reproducción trato de que esta se desarrolle al aire libre sobre la morera  y no adentro como sucedería en un criadero. 

En todo este trabajo hay una referencia a la óptica Lamarckiana del “esfuerzo”. Lamarck postulaba que las jirafas tenían un cuello corto, pero que lo estiraron con el paso del tiempo para poder llegar a las hojas que se encontraban en las ramas más altas de los árboles. Las de cuello alto fueron transmitiendo esta cualidad a sus descendientes que llegaron a tener el cuello más alargado.

Me interesan ese tipo de teorías, vistas  hoy en día como caducas y hasta delirantes en algunos puntos. Digamos que actualmente  el  darwinismo  es la base o teoría dominante en  las cuestiones evolutivas. 

PD: ¿Cómo fue tu primer contacto con los gusanos de seda?

IAM: Desde chica me interesaron los insectos. En mi primera exposición personal en el  2001 llamada “Prohibido fumigar, sueños de seis patas” en  la Alianza Francesa, mostré un trabajo de “mise en scène” con insectos muertos y progresivamente con los años me fui acercando a lo vivo, fui pasando de la fotografía al video y luego a la instalación. Volviendo a  los años 2000 cuando era estudiante de la UBA,  visité un día el Museo de mariposas de San Miguel. El director me regaló gusanos de seda, me dijo cómo los tenía que alimentar, dónde había un árbol de morera. Entonces  volví a Capital, a mi monoambiente y los crié en una caja de zapatos. 

También en esa época conocí a Gabriela Galati, una de las fundadoras de la galería Ipercubo

PD: ¿No te daban impresión?

IAM: ¡Para nada! Son tan suaves, ¡hasta más suave que un ser humano! Esa primera vez pude observar con fascinación todo el ciclo. ¡Son increíbles! Es un ser vivo con dos tipos de apariencias, como si fueran dos seres completamente diferentes, con comportamientos diferentes. Hay algo monotemático en cada fase: en la fase larvaria va a comer y comer, en la fase adulta (mariposa)  solo busca reproducirse.

Me apasiona ver la vida de otros seres vivos,  otros mundos. Empecé a leer un montón sobre la historia de la domesticación de este insecto, y  eso me llevó a pensar mi proyecto Rééducation, a través del cual busco que recuperen progresivamente cierta autonomía. Claro que no importa si lo logro o no lo logro, la cuestión es intentarlo, generar experiencias y  preguntas. Si estuviera pensando en lograrlo sería una científica, hay más bien una cuestión poética, de ciencia ficción.

Hace poco me visitó al taller una bióloga que trabaja en genética, con gusanos de seda, y me dijo que mi proyecto no es completamente imposible! Quien sabe. 

PD: ¿De qué están hechas las esculturas sobre las cuales se posan los animales y plantas en tus instalaciones?

IAM: Es variable, pero en muchos casos, como por ejemplo la instalación Le banquet donde participan grillos o langostas de criadero (que son criados como alimento vivo para animales de compañía exóticos y que extraigo de ese contexto)  utilizo una técnica  de recubrimiento empleada en la arquitectura de interior, sobre paredes que básicamente son escamas de pintura proyectadas con un compresor de aire. Esta técnica está pensada  para lugares donde hay mucho paso, mucha vida, donde hay que camuflar la  “suciedad” que produce la vida. Me interesa la idea de transferir un “material  humano” a un ámbito no humano y ver que pasa, como se lo apropian. De manera general  trabajo en la frontera de lo artificial y lo natural. Lo natural y lo artificial coexisten. 

© Le banquet, instalación evolutiva con mantenimeinto (version 2017, proyecto desde 2008) Centre d’art Le bel ordinaire,Billière, Francia. / Cortesía de la artista y la Galería IPECUBO
© Le banquet, instalación evolutiva con mantenimeinto (version 2017, proyecto desde 2008) Centre d’art Le bel ordinaire,Billière, Francia. / Cortesía de la artista y la Galería IPECUBO

PD: Los colores flúor también tienen una referencia a lo artificial, ¿no es cierto?

IAM: Sí, claro, pero esos colores  están  también presentes en la naturaleza no humana: en ciertas plantas, animales… me gusta esa ambigüedad. Todos somos un poco artificiales…¿qué es lo natural y qué es lo artificial?  El concepto de Naturaleza es problemático. Durante mucho tiempo decir  “la naturaleza” significaba no  incluirse (como humano) poner un límite, para separarse de ella, y utilizarla como si fuese un recurso inagotable a  disposición de los seres humanos… por suerte todo eso creo que está cambiando…

No somos diferentes de una hormiga. Las hormigas son capaces de cultivar champiñones, crían  pulgones, les arrancan las alas para que no se vayan, van a juntar sus excrementos porque son dulces y nutritivos. Ellas son también capaces de cierta crueldad, de cultivar, de criar, de tener una organización social. Para mí estamos dentro de la  naturaleza…. 

PD: Mencionamos anteriormente la Galería IPERCUBO, allí presentaste tus esculturas cubiertas de repollo.

IAM: Se trata de una serie llamada  Libros- esculturas. Los esqueletos de esas esculturas son libros  que tienen una relación con mi trabajo. Por ejemplo, una de ellas la construyo a partir de un ejemplar antiguo de un libro de Darwin del siglo XIX, “The variation of  animals and plants under domestication” (1868). El proceso es super largo, recubro el libro con  hojas de repollo de Milán (es una variedad que se obtuvo domesticando el repollo silvestre)  a medida que se  van secando las voy ajustando y trabajando casi como si fuese un vestido. Luego aplico numerosas capas de pigmentos y  barnices con mis dedos y poco a poco esa piel de repollo se vuelve como un “dermoesqueleto” o caparazón, de apariencia similar a la cerámica.   

© The Variation of animals and plants under domestication, escultura, 2016 (Libro de Charles Darwin, ejemplar de 1867, hojas de repollo de Milán, pigmentos, barnices) / Cortesía de la artista y la Galería IPECUBO. PH: Antonio Maniscalco

PD: En qué estás trabajando actualmente?

IAM: Hace poco me invitaron a hacer un proyecto pedagógico ligado a mi práctica  para preadolescentes en el MuMo – Musée mobile d’art contemporain. Voy a estar una semana trabajando con ellos en octubre en torno a la idea de  ficción vegetal.

También estoy haciendo un proyecto de investigación con calabazas. Están creciendo   en una granja urbana cerca de Paris y estoy interviniendo en su crecimiento… Cuando trabajás con lo viviente hay que ser paciente y aceptar los “fracasos” , siempre son relativos  y nutritivos !

También sigo trabajando con obras para la galería IPERCUBO. 

Y por otro lado estoy haciendo una serie de obras que se llaman “Zombies”,  son unas especies de coronas llenas de vegetales  que  cosecho  yo misma y que tienen una apariencia muy extraña  porque  los trato con un proceso de conservación y estabilización, inspirado de una  técnica  del arte floral.  En definitiva, lo que resulta de ese proceso es un estado ligado a lo mort vivant (muerto viviente).

© “Zoombie 2”  2020/ Cortesía de la artista.

Eso también tiene que ver con lo sustentable para mi. Ir a buscar a un campo  mis propios materiales, cosechar con mi propia fuerza física lo que voy a utilizar para construir mi obra  o  para experimentar …  me gusta estar presente y activa en todo el proceso dentro de lo posible.

En su taller, entre materiales orgánicos e inorgánicos, frascos, libros, seres vivos, Ivana da forma a sus proyectos, esculturas e instalaciones. Muchas veces se enfrenta a la aparición de nuevos bichos, resultado de la descomposición del material con el que está trabajando.  Fuera del taller, la recolección de vegetales o la observación mediante prácticas específicas al aire libre son fundamentales para el resultado de sus obras. A través de su mirada poética, tenemos la posibilidad como espectadores de entrar en estos ecosistemas inverosímiles, parecidos a un cuento, con colores, sensaciones y nuevas preguntas en el límite entre realidad y ficción.

* Esta entrevista se realizó en Septiembre de 2020. La residencia en MuMo – Musée mobile d’art contemporain se vio postergada por fuertes inundaciones que vieron seriamente afectada la zona de Niza, Francia.

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