Con mi obra intento hacer un planteamiento metafísico. Uso el collage como un disparador, una excusa, un punto de partida. Me detengo en imágenes que despierten una perspectiva significante de lo humano.

Como parte de un proceso aleatorio, inconstante, incorporo fragmentos de cuerpos buscando una imagen acabada que interpele al espectador.

Mi trabajo, con la figura humana o con la ausencia de ella, no tiene otro sentido que discurrir sobre cómo nos vemos en contextos alterados, perspectiva y cuerpo.

Cuando se incluye en una obra un determinado objeto, deja de ser anecdótico y se convierte en relevante. El sólo hecho de incluir una figura humana realizando una determinada acción, no habla de esta sino de la importancia que posee.

La pose de los cuerpos es aleatoria, la disposición de elementos identificables es casual, remite a un juego, al goce. Se conectan azar y pulsión en una especie de ejercicio creativo libre.

Por el contrario, la estructura, la precisión, las geometrías morfoadaptadas, la intervención digital, la recreación de modelos virtuales en busca de una dinámica perfecta entre los elementos plantean una conexión con lo racional.

Los cuerpos-objetos se construyen para poder deconstruirnos, tomar distancia de nosotros mismos, de nuestros relatos y contemplar con objetividad la realidad. Sacar a la figura humana de los contextos habituales que le dan sentido, nos interpela porque dejamos de reconocernos.

* Estas obras son algunas de las que serán exhibidas en el Espacio de Arte de la panadería francesa GONTRAN CHERRIER en el marco de la muestra “Temporalidades múltiples. Una deconstrucción metafísica de la existencia.”
En Malabia 1805. Palermo. CABA. A partir del 25 de noviembre 2020.