Luciana Rondolini
Destello Momentáneo

He aquí el banquete y la belleza de sus carnes brillosas, los huesos grasosos, el aroma a manteca antes de que se vuelva rancia y el nácar adherido a los metales eclesiásticos de esta naturaleza que muere sin cesar. El piso está cubierto de joyas de plástico que recolecto. Para capturar la fugacidad hay que cerrar los ojos. Selecciono parodia, pompa y artificialidad neobarroca en busca de la mostrificación y sus constantes mutaciones. En un baile de disfraces con flashes que ciegan, las esporas flotan a contraluz. Un destello momentáneo que dura solo un instante se diluye en puro olvido. A quién le importa el resto, solo necesitamos creer que alguien se está ocupando de todo. El que no regrese a su casa a tiempo comenzará nuevamente desde el principio.