Al final de su carrera, Henri Matisse (1869-1954) logró integrar los elementos formales del color y la linea. A través de los papeles recortados, pudo finalmente unir las dos ramas de su práctica. Describía este proceso como « cortar directamente el color » y « dibujar con tijeras ». En su silla de ruedas y ya instalado en la ciudad de Niza (Francia), recortaba papeles con tijeras de diferente tamaño que previamente sus asistentes pintaban con gouache. Cuando se trataba de grandes murales sus asistentes fijaban los papeles con alfileres en los muros del atelier bajo las indicaciones del maestro.

Con una herramienta poco ortodoxa como las tijeras, papel blanco y guache, logró crear obras llenas de vida de gran variedad de colores y complejidad en la última década de su vida cuando sufría una enfermedad que no le permitía moverse. Con esta técnica, el artista recupera la fluidez del pincel con simples tijeras.

Chicos al arte nos propone: inspirados en esta técnica de Matisse exploraremos el color como planos que envuelven llevándolos a una nueva dimensión para construir una casita.
Experimentar composiciones, crear nuevas formas, estimular la mirada haciendo del color una experiencia.
Pintar con tijeras, encontrar la forma y llevarla de la bidimensión a la tridimensión.
¿Qué necesitamos?
3 hojas blancas tamaño A4
Papeles de colores
Tijeras
Pegamento
Para comenzar un taller siempre es lindo mostrarles a los chicos libros sobre el artista que vamos a trabajar. Los libros de arte son alucinantes y es interesante acampañarlos en este descubrimiento.

Recortar los papeles con formas libres, las que se les ocurran. Formas simples y orgánicas. Intervenimos con collage las dos hojas de un sólo lado con esos recortes de papeles de colores, revistas, etc. También hacer grafismos y escribir palabras con lápices de colores.


Cuando tenemos listas las dos hojas collage, doblar cada hoja por la mitad (a lo largo).

Luego doblar las puntas hacia el centro como cuando hacemos un avioncito de papel (las superiores y las inferiores).


Luego, doblar a la mitad, que la punta inferior se una con la superior.

Ambos costados los llevamos al centro. Volvemos a repetir estos pasos con la 2da hoja.

Unimos las dos partes ensamblando una con otra.

Ahora nos falta hacer el techo (con una hoja blanca o de color). Podemos intervenir el techo con papeles y dibujos. Una vez listo doblar la hoja a la mitad y luego la volvemos a doblar por la mitad y la apoyamos sobre las paredes de la casa. Vale hacer una chimenea con el humo!


Así construimos las casitas a la manera del gran Matisse. Manos a la obra!

