Ver por primera vez la obra de QIXUAN LIM (aka QuimmySimmy) puede generar distintas reacciones. Esta joven artista de 28 años nacida en Singapur, lo sabe. Lejos de echarse para atrás, explota esta característica de su trabajo a través de los diferentes canales de comunicación.
Se define como “amante de todas cosas horripilantes y lindas” e incluso hace una llamada al espectador: “Nunca te avergüences de amar las cosas extrañas que hacen feliz a tu pequeño corazón extraño”.
Sus piezas escultóricas recrean distintas comidas de una manera muy particular: piezas de sushi, helados, pequeñas latas de conserva, tienen en su interior miniaturas humanas, caritas, brazos, ojos. “Impresión” sería una de las palabras para definir algunas de estas piezas, pero también ‘ternura’ al ver las caritas en rosa bebé de los pequeños macarons típicos de la pastelería francesa.
Su técnica es perfecta. Nada está librado al azar, todo está calculado, pulido, cortado, con una obsesión metódica.
La vaporiera de bambú con las caras envueltas en masa oriental a la manera de ‘dumplings’ sintetiza muchas cuestiones culturales. Somos una cultura en donde se come carne de distintos animales. Preparada, envuelta, también disfrazada. Estos mini personajes nos interpelan por su carácter cárnico, color piel.
Recipientes transparentes y rosas que imitan lo más tierno e infantil, el mundo de fantasía de una mesa de cumpleaños.
Con exhibiciones en Los Ángeles, Melbourne, Tokyo, Quimmy crece en ventas y exposición. Su sentido del humor y la alegría que transmite, la hacen definitivamente una artista ‘pop’ de la contemporaneidad que seguirá creciendo y asombrándonos con sus distintas creaciones.
@ Todas las imágenes gentileza de la artista QIXUAN LIM
