Con el impulso por celebrar luego de un año y medio de pandemia, el 18 de diciembre se inauguró en Fundación Proa “Arte en juego. Una aproximación lúdica al arte argentino”, con curaduría de Rodrigo Alonso..
Esta muestra apela a la conducta más básica de la infancia, jugar. Una gran instalación del artista Daniel Joglar da la bienvenida al espectador. El artista presenta tres ‘momentos’ en su obra: un collage a modo de wallpaper, una instalación de juguetes tridimensionales contra la pared y una vitrina de juegos de colección. Escondidos dentro del gran mural se descubren, como pequeñas sorpresas, objetos de tres dimensiones, juguetes y fotografías de niños jugando.
La segunda sala, nos invita a recorrer aproximaciones de una centena de artistas. Sin criterio cronológico, se destacan sectores con las obras más históricas y otras más modernas. Podemos encontrar obras de artistas como Antonio Berni, Luis Fernando Benedit, León Ferrari, Xul Solar, Liliana Porter, Matilde Marín, Edgardo Giménez, Dalila Puzzovio, Jorge Macchi, entre otros.
En esta sala todas las miradas se posan en una pieza del colectivo artístico contemporáneo Oligatea, el “Tren fantasma”, una instalación re creada especialmente para la muestra en donde vemos recorrer un tren por distintas situaciones como maquetas de edificios. El tren tiene la particularidad de contener una cámara, con la cual toma las escenas en tiempo real de su recorrido. Estas imágenes las vemos reflejadas en una pantalla. Vemos de modo aumentado las miniaturas que vemos en la pista así como a los espectadores mismos, que reunidos sobre la mesa del tren, se ven capturados por la cámara. El camino que recorre el tren tiene además referencias y homenajes imperceptibles a artistas contemporáneos en los mini carteles que aparecen en el camino.
Una sala dedicada al deporte como juego tiene como protagonistas a grandes artistas como Fabiana Barreda, Marcos López, Nicola Costantino, Margarita Paska , entre otros.
La video instalación El partido de tenis (1997), de Margarita Paksa, es un ejemplo destacado de una artista experimental, académica y pionera en el cruce del arte con la tecnología en nuestro país
Rayuelarte (2009) de Marta Minujín, una pieza lúdica y participativa que ha recorrido el mundo involucrando espectadores de aquí y allá en homenaje a Julio Cortázar, es uno de los ejes de esta sección.
La obra de Nicolas Guagnini N©G presenta una mesa de billar modificada emulando una pieza de la vanguardia constructivista de la década del 40 de Raúl Lozza. Esta obra convive con un protagonista de esa vanguardia que aporta una pieza lúdica, colorida, de múltiples posibilidades.
La tercer sala ubicada en el piso superior, está dedicada al juego interactivo. Un Bambi Bot se acciona mediante un xilofón. A medida que el espectador hace música con este xilofón y tocan las teclas, este Bambi de madera camina por un pasto sintético.
Leo Núñez presenta “Lo recuerdo”, una instalación que consta de una máquina de escribir disponible para ser manipulada y una línea de luces que reproducen lo que el público escribe. Su nombre alude a las primeras palabras del cuento “Funes el memorioso” de Jorge Luis Borges. La máquina tiene la particularidad de “recordar” las acciones de los espectadores del día anterior. Los textos que salen de ella mezclan los recordados y los presentes, los del día anterior y los actuales.
La instalación “Mirtha eres tú” de Lolo y Lauti introduce al público a un estudio televisivo gracias a la incorporación de la pantalla verde o croma tan utilizada en los estudios de cine y TV. El espectador que se sienta a la tradicional mesa de los domingos es captado por una cámara que lo ubica en el lugar de Mirtha Legrand. Inevitable sentirse atraído, participar y jugar.
Pintura, escultura, instalación, fotografía, video, objetos, arte interactivo.
Una gran muestra para compartir con los más pequeños, explorar y divertirse a través del arte.
La exposición se complementa con un programa de actividades para los públicos más diversos que se desarrollarán durante todo el verano.
* Arte en juego. Una aproximación lúdica al arte argentino, con curaduría de Rodrigo Alonso. 18 de diciembre 2021 – marzo 2022. Fundación PROA
