Arte
Anne Luz Castellanos: La memoria del té
Estefanía Radnic
Historiadora e investigadora de arte
comunidadpanarte@gmail.com

Anne Luz Castellanos vive hace varios años en Buenos Aires lejos de su país natal, México. Encontró en el té una forma de sentirse más cerca de los suyos, una taza de té acompaña esos momentos solitarios de trabajo en su taller, reuniones con amigos y también charlas más profundas e íntimas. El té le permite canalizar esa nostalgia que causa el desarraigo. De manera meticulosa Anne Luz guarda las bolsitas de té, e incluso las hebras sueltas, como testimonios de esos instantes y las transforma en delicadas piezas de joyería. Las articula con soportes en plata, hilo de seda, a veces les imprime textos y otras deja que las hebras al secarse impriman manchas y formas sugerentes. Son objetos cargados de significaciones densas y sutiles que cristalizan vivencias cotidianas de la artista.

La obra de Anne Luz está atravesada por la experiencia de dos mundos, por las idas y vueltas de su historia, su madre es francesa, su padre mexicano, ella vive en la Argentina. La colección de té es un trabajo sobre la memoria, el recuerdo y la fragilidad del tiempo que se escurre entre taza y taza.

Día de trabajo © Damián Wasser

Un tiempo discontinuo, heterogéneo, una constelación de superposiciones y desfasajes temporales complejos. Ese tiempo caleidoscópico del anacronismo que reivindicó el historiador del arte francés Georges Didi-Huberman en su libro Ante el tiempo.

Reencuentro © Damián Wasser
One for all © Damián Wasser
Need a hug © Damián Wasser
Long day © Damián Wasser
La falta © Damián Wasser
Día de trabajo © Damián Wasser
Deborah © Damián Wasser
Asfixia © Damián Wasser
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